13/09/2020. Vicente Díaz Suárez (Sevilla, 1964) trabaja desde hace casi tres décadas como editor y montador de vídeo en Canal Sur Televisión. Pero su verdadera vocación, su pasión, lo que más útil le hace sentirse, es ser testigo directo y grabar con su cámara las imágenes de los conflictos mundiales de su tiempo para denunciar sus horrores y miserias y los intereses que los provocan. Muestras de las barbaries de las guerras de Bosnia, Afganistán, Irak, Angola o Siria fueron tomadas por el objetivo de su Panasonic, poniéndole rostros al sufrimiento de sus gentes.
Quizás por ello este reportero freelance se emociona con el alarido de una seguiriya o el quejío de una soleá, porque también en el cante está el dolor de un pueblo. Y él, Vicente Díaz “Melly”, en cada uno de sus reportajes homenajea a su hermano gemelo Manuel, que murió al contraer una enfermedad tropical, otro maldito virus, cuando realizaba una producción audiovisual en Camerún.
Ahora que el mundo libra una dura batalla contra la pandemia, el autor reivindica el arte y la cultura como armas para combatir el miedo que también se contagia. El flamenco es cultura y el Potaje Gitano es un acontecimiento único y singular en la historia flamenca. Leámoslo y descubramos cuál es su vacuna contra el “flamencovirus”.
FLAMENCOVIRUS
Como si de otro ser vivo se tratara, tenemos que lamentar la defunción de la 64 edición del Festival Flamenco, el Potaje Gitano de Utrera. Después de pasar por la U.V.I., cuando se aplazó hasta finales de agosto, la pérdida fue definitiva.
La primera intención de esta crónica era hablar del esfuerzo realizado por los organizadores de este evento para que se celebrara esa noche mágica de flamenco en la plaza de toros de esta localidad en la provincia de Sevilla. Del reconocido y merecido homenaje a Manuel Moreno, El Pele. Recordar que es el Festival Flamenco más longevo en la historia de España, con 63 ediciones a cuestas, cuando inició su andadura aquel 15 de mayo de 1.957. Llamar a la memoria sobre veladas históricas que nunca desaparecerán de nuestros recuerdos, como fueron las ediciones en las que se homenajearon a Pastora Imperio, Manolo Caracol o Lola Flores. El poder afirmar de forma categórica, que este Festival Flamenco está a la altura del Festival Internacional del Cante de la Minas de La Unión, la Bienal de Flamenco de Sevilla, o el Festival de Jerez de la Frontera en Cádiz.
Pero me toca contar que son las administraciones públicas las responsables encargadas de apoyar estos proyectos, haciendo todo lo posible para que estas actividades culturales, salgan adelante. Es necesario derramar ese optimismo sobre la población para generar la fuerza suficiente que demuestre esa buena intención en la lucha contra esta crisis sanitaria. Dejarse vencer, nunca puede considerarse como una opción, esto supone un pésimo ejemplo para la ciudadanía.
La mejor fórmula como antídoto, que funcione contra el miedo invisible, es combatir a la pandemia haciendo de la normalidad diaria de nuestras vidas, la base y los cimientos necesarios para seguir construyendo, y reforzando nuestra seguridad y esperanza.
Me parece un terrible error que después de tantos años, más de medio siglo, sea la primera vez que el Potaje Gitano de Utrera se suspenda, y espero que no vuelva a repetirse. Pienso que somos lo suficientemente ingeniosos e inteligentes, para ofrecer una alternativa, con los avances tecnológicos a nuestro alcance, para que las autoridades y administraciones públicas sirvan de ejemplo inspirador de esa valentía más que necesaria en estos momentos de incertidumbre. Hago un llamamiento, desde aquí, para encontrar un mecanismo viable que haga posible la próxima edición del Potaje Gitano de Utrera para el 2.021.
Quizás un buen gesto para ayudar a reparar tan necesaria confianza en los ciudadanos, sería un reconocimiento institucional de las administraciones autonómicas y estatales, a la trayectoria del Potaje Gitano que va más allá de lo cultural, volcándose en las obras sociales, tan necesarias en este país desde la crisis del 2.008. Conceder la Medalla de Andalucía a este acontecimiento cultural y artístico, único en su género y más antiguo de España, ayudaría a recordar que el Flamenco es Patrimonio Inmaterial de Humanidad, según la UNESCO.
Basta ya de escuchar a esas personas que lo único que dicen es lo mal que se están haciendo las cosas. Es necesario aportar alternativas para decir que se puede hacer bien. Todos tenemos que ser conscientes de la necesidad de afrontar a ese pesimismo absurdo e innecesario, provocado por la falta de conocimiento, para sustituirlo por el optimismo productivo que nos confiere la inteligencia.
Fuente: Vicente Díaz Suárez
25/08/2020 
